Como hemos podido ver en múltiples ocasiones, los jardineros de Sant Cugat deben tener conocimientos sobre todos los temas que influyen a una plata, desde que esta es una semilla, hasta que florece. Entre estos conocimientos, es necesario que conozcamos la importancia del agua y la forma de riego. Por este motivo, en el nuevo artículo de hoy veremos algunos trucos y consejos que podemos seguir a la hora de regar nuestras plantas.
Cualquier persona, aunque no sea jardineros en Sant Cugat, sabe que el agua es vital para los seres vivos, entre los que se incluye la vegetación. Para sobrevivir, las plantas necesitan todo tipo de nutrientes y líquidos que consiguen mediante sus raíces. Si tenemos en cuenta que el 90% de las plantas está formado de agua, entenderemos que es un elemento vital para su vida y correcto desarrollo.
En la fase de fotosíntesis, debemos tener en cuenta que las plantas necesitan varios elementos: dióxido de carbono, el cual absorben del aire exterior, energía del sol, agua y sales minerales que absorben a través de la tierra. Sin estos elementos, la planta no puede hacer su proceso de fotosíntesis, y acabaría muriendo.
Aunque podemos pensar que cualquier agua sirve para regar las plantas, lo cierto es que no es así. Todos los jardineros de Sant Cugat saben que, si queremos utilizar agua del grifo, esta debe pasar por unos procesos antes de poder utilizarla para el riego de nuestras plantas.
Tratamiento para el agua del grifo
Como todos sabemos, el agua de la lluvia es la que mejor puede sentar a nuestras plantas, pero nunca nos podemos asegurar de que vaya a llover agua suficiente para ellas y durante todo el año, por este motivo, ahora veremos como tratar el agua del grifo para podemos utilizarla en el riego. Todos los jardineros de Sant Cugat son conscientes de que el agua del grifo está tratada con cal y cloro, los cuales algunas plantas no toleran. Para hacerla apta para el consumo humano, esta agua es de alta dureza, cosa que no beneficia del todo a las plantas.
Uno de los primeros trucos que podemos utilizar es, recoger la cantidad de agua que vayamos a utilizar para el riego, dejarla reposar durante 24 horas y añadirle dos gotas de vinagre por litro recogido. Por otra parte, también podemos utilizar productos reductores de dureza que harán que el agua sea adecuada para el consumo de las plantas.
Si queremos una opción algo más sencilla, podemos optar por la utilización un tipo de regaderas que, mediante expulsa el agua, la filtra, eliminando así, cloro, cal y todo tipo de impurezas.